1.1. La violencia Familiar
Se entiende por violencia en la familia o doméstica la agresión
física, psicológica o sexual, cometida por:
a) El cónyuge o conviviente;
b) Los ascendientes,
descendientes, hermanos, parientes civiles o afines en línea directa y
colateral;
c) Los tutores, curadores o
encargados de la custodia[1].
En el Municipio de Sacaba se ha logrado registrar un porcentaje
significativo de violencia familiar, es decir que las agresiones se dan en el
entorno y núcleo familiar, siendo la principal víctima la mujer y los menores
de edad, toda vez que la estructura social en nuestro medio es altamente
machista.
1.1.1. Violencia doméstica
Según la Guía
de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar (GAVVI), la violencia
doméstica: “Es la agresión entre ex cónyuges, ex convivientes o personas que
procrearon hijos en común legalmente
reconocidos o no, aunque no hayan convivido”. (GAVVI. 2005: 18).
Entendiéndose este concepto en el Municipio de Sacaba de igual
forma se cometen una serie de agresiones hacia miembros que si bien no son
familias formales o convencionales se suscitan actos de agresión física, psicológica,
económica y hasta sexual, siendo los
agresores sus ex cónyuges, ex convivientes o las personas que procrearon hijos
en común o aún no hubieran convivido en pareja.
1.1.1.1. Formas De Violencia
1.1.1.1.1. Violencia física
Se habla de violencia física cuando el cuerpo de la víctima sufre
daños y lesiones causadas por el uso de la fuerza física de su agresor
agresora.
Las manifestaciones de este tipo de violencia pueden ser:
Empujones,
bofetadas, puñetazos, patadas, arrojar objetos, estrangulamiento, heridas por
arma de fuego o punzocortantes, amarrarla (o), paralizarla (o), abandonarla (o)
en lugares peligrosos, etc. El abuso
físico es generalmente recurrente y aumenta tanto en frecuencia como en
gravedad a medida que pasa el tiempo, pudiendo causar la muerte de una persona.
(GAVVI, 2005: 19)
Este tipo de violencia es
manifiesta, fundamentalmente:
Primero: Que asisten víctimas de
escasos recursos económicos y en su mayoría son del área rural y en
menor porcentaje personas del área urbana, que sientan denuncias cuando sufren algún tipo de agresiones.
Segundo: Los rasgos somáticos que se han observado a partir del
contacto con la víctima son ojos tapados y morados con una serie de hematomas
en el cuerpo, cabeza, rostro, espalda, extremidades superiores e inferiores,
entre otras zonas corporales, como refieren los certificados médico forenses en
caso extremos y/o excepcionales.
1.1.1.1.2.
Violencia psicológica o emocional
No siempre la violencia psicológica va acompañada de violencia
física; pero en la lógica contraria, por lo general, la violencia física
siempre va acompañada de violencia psicológica.
Podemos calificar como violencia psicológica a las siguientes
manifestaciones:
Los gritos, amenazas de
daño, aislamiento social y físico (no poder salir, no hablar con otros, etc.),
celos y posesividad extrema, intimidación, degradación y humillación, insultos
y críticas constantes. Otras manifestaciones de la violencia psicológica son
las acusaciones sin fundamento, la atribución de culpas por todo lo que pasa,
ignorar o no dar importancia o ridiculizar las necesidades de la víctima, las
mentiras, el rompimiento de promesas, llevar a cabo acciones destructivas
(romper muebles, platos, en general, pertenencias de la víctima) o negación de
ayuda cuando la víctima está enferma o herida. (GAVVI. 2005: 19)
1.1.1.1.3. Violencia sexual
Tomando en cuenta la
Guía de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar
(GAVVI.) en las páginas 20 y 21, menciona que la violencia sexual:
Incluye
cualquier tipo de contacto sexual forzado o degradación sexual, como intentar
que la víctima, generalmente la mujer, efectué relaciones sexuales o practique
ciertos actos sexuales contra su voluntad; llevar a cabo actos sexuales cuando
la mujer no está en sus cinco sentidos, o tiene miedo de negarse, lastimarla
físicamente durante el acto sexual o dañar sus genitales, introduciendo
intravaginal, oral o analmente objetos, forzar a tener relaciones sexuales sin
protección contra el embarazo y enfermedades de transmisión sexual; criticarla
e insultarla con nombres sexualmente degradantes; obligarla a ver películas o
revistas pornográficas; forzarla a observar a su pareja mientras éste tiene
relaciones con otra mujer, etc. ( GAVVI. 2005: 20)
La
violencia sexual es otra forma de ejercer control contra las víctimas, en este
caso los agresores utilizan como arma sus órganos genitales u otras partes del
cuerpo u objetos. Por mucho tiempo se ha creído que las agresiones sexuales
hacia las víctimas se ejercen en la calle y que los responsables son
desconocidos, drogadictos, alcohólicos o delincuentes. La realidad es
diferente los agresores son personas
normales, que actúan dentro del hogar.
Generalmente son conocidos o familiares que utilizan su poder y su
fuerza de forma brutal.
1.1.1.1.4. Violencia económica
Está es otra forma de controlar a la mujer, principalmente
haciéndola (o) dependiente, incluye el control y manejo del dinero, las
propiedades, y recursos de la familia por parte generalmente del hombre.
Algunas manifestaciones de este tipo de violencia son:
Hacer que la
mujer tenga que dar todo tipo de explicaciones cada vez que necesita dinero, ya
sea para uso de la familia o del suyo propio; dar menos dinero, del que el
hombre sabe que se necesita a pesar de contar con liquidez, inventar que no hay
dinero para gastos que la mujer considera importantes: gastar sin consultar con la mujer cuando el
hombre quiere algo o considera que es importante; disponer del dinero de la
mujer (sueldo, herencia, etc.); que el hombre tenga a su nombre las propiedades
derivadas del matrimonio; privar de vestimenta, comida, transporte o refugio.
(GAVVI. 2005: 19,20).
Las personas que sufren
este tipo de violencia económica, manifiestan que son privadas de la
libertad de organizar la economía del hogar.
1.2.
La Violencia Sexual al Menor y
Adolescente
La violencia sexual al menor y adolescente está enmarcada en el
maltrato infantil. Pues la violencia intrafamiliar consiste en ejercer determinadas
relaciones de poder, cuyo medio más específico es el uso de la violencia, para
que la persona que ejerce el poder pueda conseguir sus fines.
L maltrato infantil puede ir desde malos tratos físicos,
emocionales y sexuales. La UNICEF
identifica a este segmento de la población de la siguiente manera.
Entiende a los menores víctimas del maltrato infantil y el
abandono como aquel segmento de la población conformado por niños, niñas y
jóvenes hasta los 18 años que “sufren ocasional o habitualmente actos de
violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las
instituciones sociales.(Unicef en Nuñes y Carvajal 2004: 295)
Este maltrato se puede ejercer por omisión, supresión o
transgresión de los derechos individuales y colectivos.
1.2.1. Definición de Violencia Sexual en el niño, niña y adolescente
El abuso sexual en el niño,
niña y adolescente consiste en una diversa y amplia gama de actos y
comportamientos sexuales que van desde los comentarios sexuales sutiles hasta
el franco manoseo, caricias, sodomía, felación y relaciones sexuales; además
incluye aspectos como la pornografía, prostitución, el acto sexual violento o
violación y el que se comete bajo la figura de la violencia psicológica.
Toda actividad
sexual que un adulto o adulta impone, ya sea con engaños, chantajes o fuerza a
una persona que no tiene madurez mental o física para entender de lo que se
trata. Se presenta en varias formas: desde las palabras insinuantes, caricias,
besos, manipulación física y exhibición de los órganos sexuales, hasta la
violación. (Rodríguez de la Cruz, 1996).
De lo anterior se desprende dos elementos. El primero que la
violencia sexual es impuesta a partir de la experiencia y reflexión del adulto
que se aprovecha de ésta condición para poder cometer el abuso sexual contra el
menor. Aquí el rasgo importante es que la diferencia de conocimientos y
vivencias entre el mayor y el adulto va en desmedro del menor, ya que una
inexperiencia al respecto del fenómeno sexual, le impide vislumbrar si esto es
correcto o incorrecto, por lo cual muy pocas veces se puede detectar. En el
segundo caso, no es la experiencia el factor predominante, sino la superioridad
en fuerza física del mayor, que aprovecha esta ventaja debido la inmadurez física del menor para defenderse
y abusa de ella sexualmente.
El abuso sexual de los niños, niña o adolescente ocurre
generalmente en la familia a manos del padre, de un padrastro, del hermano o un
pariente cercano. Puede darse también de manera externa por medio de un amigo,
un vecino o la persona que cuida de los hijos, un maestro o un desconocido. De
aquí se desprende que la violencia sexual al niño niña y adolescente puede ser
extra familiar o intrafamiliar.
El abuso es extra familiar cuando la persona que comete el delito
es un desconocido del niño. En la mayoría de los casos el abusador se excita y
goza sometiendo a su víctima por la fuerza, el dolor y el terror. Y es
intrafamiliar cuando se presenta un proceso provocado por familiares cercanos
al menor.
1.2.2. Tipos de abuso sexual al menor y adolescente
Los tipos de abuso sexual al menor varían conforme los métodos que
se emplean.
Uno de ellos es la seducción y consiste en la persuasión
con promesas o engaños a un niño para tener relaciones sexuales.
Otra tipo de abuso sexual es el incesto que consiste en relaciones
sexuales practicadas entre padres e hijos, abuelos y nietos, hermanos, tíos y
sobrinos y padres o hijos adoptivos. Este tipo de violencia sexual contra el
menor es uno de los más frecuentes, y de manera paradójica uno de los menos
denunciados.
La otra forma de violencia sexual contra el menor es la
prostitución y consiste en hacer realizar actos sexuales que pueden ir desde la
exhibición hasta tener relaciones sexuales a cambio de dinero.
El exhibicionismo es otro tipo de violencia, y consiste en que un
adulto, exponga sus miembros con la finalidad de estimular sentimientos y
sensaciones en el menor.
Vouyerismo, consiste en que un adulto observa los órganos sexuales
del menor cuando éste se encuentra desnudo. Esto constituye una gratificación
para el adulto.
Los manoseos son otra forma de violencia sexual contra los menores
y consiste en el manoseo, las caricias, los roces o el refriegue de los
genitales en cualquier parte del cuerpo del menor, consiste además de los besos
prolongados en la boca del menor.
El fellatio consiste en que un adulto estimule los genitales del
niño, niña o adolescente u obliga a los mismos a estimularle sus órganos
genitales.
La forma más concreta de la violencia sexual contra el niño, niña
y adolescente es la violación, que consiste en la agresión hetero u homosexual
mediante el cual se produce una penetración genital del órgano anal o vaginal
con el órgano masculino o femenino o la introducción de objetos con fines
libidinosos.
BIBLIOGRAFÍA
NUÑEZ, Jorge y CARVAJAL,
Eduardo (2004) Violencia Intrafamiliar. Primera Edición.
Tupac Katari. Sucre.
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