La ciencia forense se basa en
la aplicación de los métodos científicos a los procesos de la materia que se
involucran con un crimen. Si hay una ciencia que ejerce
efectivamente, como una ciencia multidisciplinar es la ciencia forense. En una
escena de los hechos, al encontrar un cadáver, se debe seguir el procedimiento[1], en cuyas primeras fases habrá una
actuación de los criminalistas, policías y forenses especialistas en huellas.
El conjunto de disciplinas auxiliares que la componen se
denominan ciencias forenses.
Etimológicamente el término “forense” deriva del latín
“forensis”, referido al forum de las ciudades romanas; la plaza donde se
trataban los negocios públicos y donde el pretor celebraba los juicios. Por
tanto, la palabra está referida al “foro” o lugar donde se administra justicia.
“Sitio en que los tribunales oyen y
determinan las causas” (Diccionario de la Real Academia
Española)
La psicología forense surge por la necesidad imperiosa de
esclarecer las causas de los crímenes y muertes de personas que fueron
asesinadas en forma dudosa y sin una respuesta coherente de su muerte.
2.2.1. Psicología Forense
Desde
la perspectiva teórica cuando hablamos de la psicología forense estamos
abordando uno de los niveles de relación que se establece entre la Psicología y el
Derecho; es la psicología para el
Derecho, la información y la aplicación práctica, tiene como
objetivo principal ser una herramienta útil en las esferas judiciales de manera
especial, por esta razón es la más operativa donde los requerimientos también
son específicos, esto para los profesionales psicólogos forenses acreditados
por el instituto forense, por las instancias judiciales o para los
profesionales psicólogos forenses independientes que prestan su servicios
profesionales en las pericias psicológicas.[2]
Estas ciencias forenses son fundamentales para la
persecución, enjuiciamiento y penalización de delincuentes todo con el fin de
tener un sistema de justicia confiable, y de la confianza que la gente debe
tener en él.
La psicología forense es la
disciplina originada en la psicología clínica, resultado de la necesidad de una
evaluación psicológica de la criminalidad, y que es producto de la unión de la
psicología con el derecho. La psicología forense es la aplicación de principios
científicos en el proceso judicial, tiene un ámbito de actuación, que es el
foro judicial (forum romano); su actuación fundamental está en la intervención
en el juicio oral, como Perito.
El psicólogo forense puede actuar
como Perito (con contrainformes), colaborar como Consultor Técnico en el juicio
oral y también colaborar en la elección del jurado, así como en la valoración
del testimonio o de las entrevistas.
En general, el termino Psicología
forense engloba todas aquellas actividades que el psicólogo puede realizar en
el “foro”, en intervenciones específicamente solicitadas. Urra
(1993) define la
Psicología Forense como la "ciencia que enseña la
aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las
preguntas de la Justicia ,
y coopera en todo momento con la Administración de Justicia, actuando en el foro
(tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho"[3].
2.2.1.1. El concepto de psicología
forense
“Concepto amplio que
integra lo psicológico, lo jurídico y lo axiológico. El acto criminal está
dirigido contra personas y afecta a toda la sociedad, sus valores, su
integridad”. (Agreda, 2003:35)
Comprende el estudio, explicación,
promoción, evaluación, prevención y en su caso, asesoramiento y/o tratamiento
de aquellos fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en
el comportamiento legal de las personas, mediante la utilización de métodos
propios de la psicología científica y cubriendo por lo tanto distintos ámbitos
y niveles de estudio e intervención (Psicología aplicada a los tribunales,
psicología penitenciaria, psicología de la delincuencia, psicología judicial –
testimonio y jurado- , psicología policial y de las Fuerzas Armadas,
victimología y mediación).
2.2.1.3. Características de la psicología
forense
La psicología forense resulta de la
mezcla de la psicología con el derecho, esta disciplina se originó en la
psicología clínica, como una necesidad para la evaluación psicológica de
criminales. Autores como Weiner y Hess (1987), definen a la psicología forense como la evolución del cuerpo de
estudios encaminados a elucidar la relación entre el procedimiento legal y el
comportamiento humano, como ocurre en los estudios experimentales sobre
testimonios y memoria, la toma de decisiones de jueces y jurados, y el comportamiento
criminal.
La psicología forense puede
entenderse como la aplicación de principios y prácticas científicas en el
proceso judicial, que sirve de instrumento que ayuda a jueces y tribunales para
sus resoluciones.
La psicología y el derecho encuentran
su coincidencia en el hecho de que ambas disciplinas son ciencias humanas y
sociales y en que comparten el objeto de intervención: la conducta de las
personas. En palabras de Munné (1987), “son
ciencias llamadas a entenderse como ciencias humanas del comportamiento y
sociales”. Efectivamente, en las últimas décadas la colaboración entre
juristas y psicólogos se ha ido desarrollando e implantando de forma práctica,
requiriéndose cada vez en mayor medida, el aporte de los profesionales de la
psicología a la realidad del mundo legal.
2.2.1.4. Funciones de la psicología forense
Psicología y Derecho deben ir de la
mano. La Psicología
es una ciencia de la conducta humana que concentra sus estudios,
investigaciones, teorías, modelos y observaciones, en general, sobre los
aspectos emocionales, mentales y de conducta que puede aportar mucho en este
campo. De otra parte, el Derecho es, en su sentido subjetivo, sinónimo de facultad y se refiere
a la potestad que cada uno tiene de obrar conforme a una norma que garantiza la
existencia y ejercicio de dicha facultad, como cuando se dice tengo el derecho
de exigir la devolución de tal cosa - y en su sentido objetivo se toma como
sinónimo de ley y consiste en la regla obligatoria que constriñe a obrar o no
obrar de tal manera y bajo tales efectos.
Ambas disciplinas deben unirse para
trabajar en los foros judiciales. Los profesionales de ambos campos tienen que
conocer las reglas de presentación de evidencia y sobre cómo se presentan los
testimonios periciales a tono con las reglas y procedimientos judiciales. En
casos penales, de otra parte, la evidencia no responde al peso de la prueba sino
a que sea contundente y clara, más allá de toda duda razonable. En los casos
penales se busca la sentencia de una persona que ha trasgredido la ley y, por
sus consecuencias en cuanto a determinaciones y sentencias, la investigación y
la presentación de prueba tiene que acogerse a regulaciones, requisitos y
procesos más estrictos y regulados.
2.2.1.5. Los estudios en psicología forense
Lugo y Rivas (2003): Disciplina que
conjuga los planteamientos y hallazgos teórico - experimentales propios de la Psicología con las
exigencias del quehacer teórico- práctico de las Ciencias Jurídicas; es la
integración de dos subsistemas: el jurídico y el psicológico; por lo tanto,
podemos afirmar que la Psicología Jurídica es un espacio interdisciplinario,
donde se utilizan y combinan conocimientos y metodologías que le son propios.
Sin embargo, si quisiéramos proponer
una definición de lo que podría llegar a ser la Psicología jurídica,
diríamos junto a Piñeros (2005) que tendríamos que partir de su función
social y científica orientada a lograr las condiciones necesarias para la
transformación social.
Si tomamos esto como base, llegamos a
la conclusión que su objeto de estudio es establecer la relación del sujeto y
sus circunstancias, con las leyes jurídicas, y demostrarla distancia conceptual
entre ambos, así como develar la virtualidad del delito en lo referente a su
contingencia histórica. La Psicología Jurídica sería, entonces, el campo de
investigación de la relación existente entre el Estado, el sujeto y la Ley.
2.2.2. Metodología de la investigación
criminal
La primera fase Criminalística, es una fase quizás
más pasiva, no se interviene en los acontecimientos, sino que los constata, de
la forma más metódica posible; es la investigación de la escena de hechos. Una
segunda la investigación criminal, que en base a los datos recogidos en la
investigación Criminalística, más activa, ya que interviene en los
acontecimientos, va a permitir buscar al presunto actor de los hechos, al
presunto culpable, localizarlo, hacer un seguimiento y en ocasiones
aprehenderlo.
Y finalmente una tercera fase, forense, que nos va
a permitir una vez identificado el presunto culpable, realizar una actividad
probatoria, en orden a demostrar que dicho presunto delincuente es el culpable
en base a las pruebas periciales. (La comparación de los indicios, evidencias encontradas
en la escena de hechos, con los datos del presunto culpable).
Puede existir entonces, por ejemplo; una psicología
forense y una psicología Criminalística. Una psicología forense que puede
realizar una valoración de un testimonio, un estudio de la personalidad del
victimador. Y una psicología Criminalística, que puede realizar una autopsia
psicológica, en orden a determinar de forma probabilística si fue un homicidio
o un suicidio. Así mismo en otras ciencias forenses, que pueden tener una actividad,
Criminalística, pero no por ello se las debe confundir.
Algunas veces se habla de una Criminalística de
campo, para separarla de la
Criminalística de laboratorio, que en mi opinión ya es una
ciencia forense.
La llamada Criminalística de campo, tiene por
objeto proteger el lugar de los hechos, observar de manera meticulosa el sitio
con los métodos idóneos y fijar el lugar de los hechos con las técnicas
aplicables para así coleccionar y suministrar las evidencias asociadas al hecho
a un laboratorio destinado para el estudio de las mismas. En la Criminalística , se
usan premisas y en las ciencias forenses, leyes. La documentología sería más
una actividad forense. Pero hasta hace poco, como se le decía eso a un médico
forense.
2.2.2.1. Los perfiles criminales
2.2.2.2.
Objetos de la investigación criminalística
El objeto de estudio u objeto
material de la criminalística general es el estudio de las evidencias
materiales o indicios que se utilizan y que se producen en la comisión del
hecho. (Montiel, op.cit.p. 35).
El objetivo material de la
criminalística hace relación al estudio de los elementos materiales de prueba
que se utilizan y son producto de la comisión de los hechos. (López
et al, op.cit. págs.149- 150).
Objeto
general
Un hecho en particular probablemente
delictuoso.
-
Determinar los fenómenos y reconstruir el mecanismo del
hecho, señalando los instrumentos y objetos de ejecución sus manifestaciones y
las maniobras que se pusieron en juego para realizarlo.
-
Aportar evidencias o coordinar técnicas o sistemas para la
identificación de la víctima si existiere.
-
Aportar evidencias para la identificación de los presuntos
autores y coautores.
-
Aportar las pruebas materiales con estudios técnicos
científicos para probar el grado de participación del o de los presuntos
autores y demás involucrados.
Objeto
formal
A continuación, se expondrán dos posiciones
con respecto al objeto formal de la criminalística, en los siguientes términos:
-
Auxiliar con los resultados base de análisis
técnico-científico, metodología y tecnología, a los órganos que cumplen
funciones de policía judicial y a los que les corresponden administrar
justicia, a efecto de darles elementos probatorios, identificadores y
reconstructores conducentes a establecer la verdad de los hechos que
investigan. (López et al, op.cit, p.150).
-
Auxiliar con los resultados de la aplicación científica de
sus conocimientos, metodología y tecnología, a los órganos que procuran y
administran justicia a efectos de darles elementos probatorios identificadores
y reconstructores y conozcan la verdad de los hechos que se investigan. (Montiel,
op.cit, p.36).
2.2.2.3. Metodología de elaboración de
un perfil criminal
-
La escena del crimen refleja la personalidad
-
El método (modus operandi) permanece similar (en general)
-
La firma del agresor permanece similar
-
La personalidad permanece igual. Incluye:
-
Biología (apariencia física…)
-
Cultura
-
Experiencias de la persona
Primera Etapa: “Análisis de la escena del
crimen”
Segunda Etapa: “Indagaciones sobre el contexto de la
víctima”
2.2.2.3.1. Análisis de la escena del
crimen
Proceso
de búsqueda de información
Método inductivo. Consiste en pasar de lo
particular a lo general. De las pruebas de su testificación… se hace una
hipótesis de lo que debió suceder.
Método deductivo. De lo general a lo
particular. Se tienen que contrastar los datos obtenidos con un cuerpo teórico
(perfiles…). Ese cuerpo teórico tiene que ser continuamente actualizado con los
datos que se obtienen.
2.2.2.3.2. Indagaciones sobre el
contexto de la víctima
Corresponde en realizar un
seguimiento del contexto socio-cultural de la víctima de agresión sexual; en
este caso de niñas, niños o adolescentes. Esto con el fin de indagar sobre la
naturaleza de los hechos y el contexto en que estos hechos ocurren.
-
Indagar sobre el perfil psicológico del agresor sexual y su
modus operandis
-
Indagar la relación directa o indirecta del agresor con su
víctima.
-
Facilitar para que la víctima no sea “objeto del proceso
judicial.
2.2.3.
El peritaje en un enfoque multidisciplinario
El Estado, como la expresión del poder y de la
organización social de un territorio determinado, tiene las obligaciones de
respetar los derechos y libertades reconocidos en la Constitución Política
del Estado y los tratados internacionales. Además, debe garantizar el libre y
pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, género, idioma,
religión, orientación sexual, opiniones políticas, posición social, económica o
de otra índole.
Por el carácter abarcador que tiene el problema
de la violencia sexual, con referencia a las víctimas, el Estado tiene
obligaciones específicas como: garantizar el acceso a la justicia, actuar con
la debida diligencia para investigar los delitos, realizar un abordaje
interdisciplinario: psicológico, jurídico y de salud; de asegurar la reparación
del daño causado y tutelar los derechos a través de leyes y procedimientos
idóneos.
2.2.3.1. Papel del psicólogo
Evalúa el estado emocional y
afectivo de la víctima y traza el plan de rehabilitación psicológica que
permite trabajar con las afectaciones conductuales de culpabilidad, terror,
apatía, miedo, etc. que manifiestan sobre todo niñas, niños y adolescentes.
2.2.3.2. Papel del sociólogo
Evalúa el estado del contexto
familiar y social que rodea a las víctimas, reconstruye el perfil social
familiar y sugiere las formas de intervenir, prevenir y precautelar en cada
caso.
Participa realizando las
pericias familiares y sociales, es muy importante para el estudio del medio que
rodea a las víctimas y en las posibles contenciones a desarrollar para prever
la revictimización.
2.2.3.3. El procesamiento penal
De la información recogida, se constata que un
porcentaje muy alto de las denuncias queda simplemente en la etapa de
información de apertura que realiza el o la fiscal al Juez/a Cautelar y que
otro porcentaje, igualmente alto, es rechazado de inicio, sin siquiera llegar a
la etapa de imputación.
Las razones para que no avance más allá del
informe de inicio pueden ser muchas, pero de la información obtenida a través
de víctimas que después de la denuncia no quisieron volver más a la Policía ni a la Fiscalía , sería, el trato
impersonal e inadecuado para la situación de parte de personal sin
entrenamiento para la atención a víctimas de violencia sexual (actitud de
incredulidad con el relato de las víctimas, comentarios culpabilizantes,
actitudes de impaciencia ante los silencios de las víctimas, espacios
inadecuados para la recepción de las declaraciones, etc.).
Los requerimientos de gastos (para el
transporte de la persona encargada de investigar, fotocopias, revelado de
fotografías, exámenes de laboratorio y otros). Citas del/la fiscal o
investigador/a que se suspenden muchas veces sin explicación alguna y otras por
sobrecarga de trabajo.
Respecto a los rechazos, el fundamento es que no
existen pruebas que podrían ser sustentadas en juicio oral, que los datos
existentes no son convincentes de la existencia del delito o la autoría del
imputado e incluso con la "finalidad de descongestionar las causas y la
labor del Ministerio Público"[4].
Sin embargo, revisando algunas de las resoluciones se ha podido constatar que
en muchos casos no es evidente que no exista prueba, está presente en el
testimonio de la víctima, sus familiares, las personas que la auxiliaron, el
certificado médico forense, la pericia psicológica, etc. y que la evaluación
que hace la autoridad del Ministerio Público, independientemente de que sea un
hombre o una mujer, se halla cargada de prejuicios y estereotipos.
La disposición contenida en el art. 17 del C. Pr.
Penal, en él sentido de que los delitos de violación a personas mayores de la
pubertad son delitos de acción pública a instancia de parte, es interpretada
por los fiscales y policías encargados de efectuar las investigaciones como la
liberación de su responsabilidad, dejando toda la carga de la prueba en las
denunciantes como si se tratara de delitos de acción privada cuya persecución
corresponde únicamente las víctimas.
El mito de que las que dicen haber sufrido
violación mienten es tan fuerte que ni siquiera la información proporcionada
por psicólogos/as especializados, muestrarios fotográficos que registran las
lesiones sufridas por las víctimas o informes de laboratorio que certifican la
presencia de elementos químicos como la Benzodiacepina ,
pueden eliminar las dudas preexistentes[5].
Un efecto colateral de los casos rechazados y
con sobreseimiento es que al apelar las víctimas ante el Fiscal de Distrito, el
trabajo de esta autoridad se multiplica con la consecuente demora y riesgo de
colapso.
Sobre las falencias en la investigación de
casos de violencia sexual, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos recomienda [...] considerar pruebas más allá de la
constatación médica de lesiones físicas y la prueba testimonial para poder
fundamentar casos de violencia contra las mujeres, sobre todo los casos de
violencia sexual. Recomendación que tiene base en las Reglas de
Procedimiento y Prueba de la
Corte Penal Internacional que prescribe:
En casos de violencia sexual, la Corte se guiará por los
siguientes principios y, cuando proceda, los aplicará:
a) El
consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima
cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el aprovechamiento de
un entorno coercitivo hayan disminuido su capacidad para dar un consentimiento
voluntario y libre;
b) El
consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima
cuando ésta sea incapaz de dar un consentimiento libre;
c) El
consentimiento no podrá inferirse del silencio o de la falta de resistencia de
la víctima a la supuesta violencia sexual;
d) La
credibilidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un
testigo no podrán inferirse de la naturaleza sexual del comportamiento anterior
o posterior de la víctima o de un testigo[6].
Tratando de resolver las falencias señaladas,
el Ministerio Público ha creado una unidad especializada para la atención a
víctimas de violencia sexual, pero en Cochabamba esta unidad no cuenta con el
equipo interdisciplinario necesario ni con personal que más allá de los
certificados de cursos de especialidad, demuestre destrezas e idoneidad para
atender a mujeres y niñas que acuden a denunciar el ataque sufrido.
A las debilidades señaladas en el Ministerio
Público, se suma la insuficiencia de Fiscales, de personal auxiliar, de
espacios adecuados para la atención a las víctimas y sus abogados/as, ambientes
aptos para el estudio detenido de cada caso, vehículos y otros.
2.2.4. Psicopatología del delincuente
sexual
Dentro de
la psicología forense, es menester conocer las características del agresor
sexual y en particular de esos que se denominan pedófilos o pederastas para
poder luego aplicar políticas de prevención que amainen en parte la cantidad
creciente de este tipo de delitos de violación a menores.
Una
propuesta importante que influyó en las ideas de psicoanalíticas posteriores es
la que considera al narcisismo como una carga libidinal del sí-mismo y no del
yo. Es la personalidad narcisista un trastorno de la personalidad que implica
la violencia hacia los demás. Los (hombres y a veces mujeres) llamados,
machistas, fascistas, chovinistas o perpetradores poseen en parte este carácter
narcisista.
El
narcisismo es un desorden de la personalidad, cuyo origen es la configuración
irregular en la dinámica infantil de desarrollo que ha construido como
estructura psíquica a ese depredador sexual, pero esto, sin embargo, no es un
justificativo para amortiguar los actos delictivos de los violadores de niños.
Este
proceso tiene que ver el caso, por caso, es decir la individualización y la
subjetivación de la persona que cuando comete estos actos está consciente de
ello, pero a diferencia de otros seres, no siente ni culpa, ni remordimiento.
En otras
palabras la personalidad narcisista se estructura a través de un conjunto de
vivencias psicológicas que pueden ser o no muchas veces derivadas a la conducta
del violador.
No
siempre estas personas han pertenecido a ambientes hostiles, ni presenciado
actos de violencia, son muchas veces personas que vivieron en condiciones
ideales.
No existe
explicación alguna dentro de las estadísticas que de un alcance verídico a esta
personalidad agresiva y violenta, pero el psicoanálisis llega a tener una
mirada casuística para determinar si esta personalidad narcisista es la causa
primera de un depredador sexual.
2.2.4.1. La víctima
Así también como las personas
que rodean a la víctima se hacen partícipes de este sufrimiento y se vuelven co-víctimas.
No es posible, tampoco de
encasillar a todas las víctimas, es menester tomar el caso por caso, para poder
luego aplicar algún tipo de terapia o prevenir futuras actitudes que atenten
contra su vida.
2.2.4.2. Conducta
del violador
Bases cognitivo-afectivas de la conducta:
este ámbito de conocimiento está integrado por los
procesos de aprendizaje, memoria, percepción, cognición, pensamiento y
motivación humana, así como las capacidades personales y su función con la
cuestión legal planteada.
Bases
sociales de la conducta: integra la
conducta adaptativa, los procesos de integración social de socialización, apoyo
social, etc.
Bases
individuales de la conducta: este
fundamento científico se centra en las bases comportamentales, el ajuste
personal, psicopatología y enfermedad, afectación psicológica y recuperación al
trauma, funcionamiento intelectual e historia de aprendizaje.
Otros:
entre muchos, se puede destacar un entrenamiento
especializado en métodos epidemiológicos, diseños experimentales, etc.
2.2.5. Teorías
psicológicas
Es
entonces el psicoanálisis con una base fundamentalmente epistémica que
comprende al delincuente sexual no como alguien que solo intenta satisfacer sus
deseos carnales, sino, más bien como alguien que desea lastimar, torturar,
matar, en otras palabras, este depredador disfruta con el sufrimiento humano,
carece de remordimiento y jamás siente culpa: ¿Por qué será así? Pues, los quehaceres
freudianos se enfocaron en esos comportamientos humanos tan raros a los de la
normalidad para incursionar en los paradigmas del inconsciente.
Desde el
punto de vista epistémico, el concepto de agresión como tal tiene distintas vertientes.
En términos biológicos el tema referente a la agresión ha sido muy discutido y motivo
de controversia en diferentes ámbitos científicos. La agresión también ha sido
un tópico de gran interés en las discusiones de distintas doctrinas
filosóficas; así como en el estudio de la mente humana.
Desde la
perspectiva científica, en la actualidad se considera que el comportamiento agresivo
involucra un componente genético y uno ambiental donde las interacciones sociales
y el aprendizaje juegan un importante papel en la agresión humana (de Waal, 2000).
2.2.5.1. Teoría
del coste reproductivo diferencial
Para un hombre el ciclo
reproductivo es corto, consiste en una sola fase compuesta de tres pasos:
estimulación, copulación y eyaculación. Mientras que la mujer manifiesta un
ciclo reproductivo más largo que se divide en tres fases: copulación, embarazo
y lactancia.
Esta diferencia entre ambos
ciclos reproductivos hará que la mujer, al tener un número limitado de ciclos
de reproducción, se vuelva más selectiva o reacia a la hora de copular,
mientras que el hombre, al tener mayores posibilidades de reproducción,
competirá por resultar electo como pareja sexual. Este hecho podría provocar
que los hombres no seleccionados utilicen técnicas violentas para obtener su
satisfacción sexual.
2.2.5.2. Teoría
de la atracción a la violencia sexual
Los defensores de esta teoría sostienen
que la violación se produce por la excitación que sienten los potenciales
violadores hacia la violencia sexual. Según estudios realizados, gran parte de
los violadores en potencia sienten gran excitación al observar fotos o vídeos
de personas realizando actos sexualmente violentos, mientras que otra parte de
los estudiados consideradas personas sexualmente normales no sentían la misma
excitación llegando a demostrar otras reacciones tales como temor o
desaprobación por tales hechos.
2.2.5.3. Teoría psicología social
“El
sujeto humano desde su nacimiento y en el proceso de su desarrollo es un ciclo
vital de aprendizaje, está sujeto a la influencia de su medio, no en forma
pasiva o estática si no por distintas interacciones” (Lingren).
“ningún
hombre es si misma; cada hombre es parte del continente, un fragmento de la
tierra firme; si el mar se llevase un trozo, no importa si es Europa, un
promontorio, la finca de tus amigos o la tuya propia la arrastrada, la muerte
de cualquier hombre me disminuye, por que formo parte de la humanidad; por eso
nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti” (Jhon Donne,
XVII).
Dado
que nuestra investigación tiene connotaciones fuertemente sociales en esta
parte del desarrollo, vamos a considerar aspectos de la psicología social, para
conjunto de problemática inter. Social y Familiar, en otras palabras, es el
efecto del medio en que se vive.
En
esta perspectiva Lidgren dice: “El hombre no existe como un ser aislado en el
tiempo y en el espacio, puesto que es el producto de sus relaciones con los
demás, y debe ser comprendido en tales términos” (2004: 16). Además, el mismo
refiere que el problema básico que apunta la psicología social se refiere a los
grupos humanos y sus interacciones; el término social, tal como lo emplean los
sicólogos y otros especialistas de la ciencia de la conducta, se refieren a la
interacción entre individuos y grupos, así como la influencia de individuos y
grupos.
La
psicología social, “tiene una doble dimensión analiza que los procesos internos
del ser humano interactúan con su entorno no solo con lo material y lo
inanimado, sino también con otros seres humanos, y que están influidos por su
historia social. Las instituciones y las actividades que desarrollamos
interactúan como grupos o individuos. Es
la ciencia de la mente y la sociedad, los seres humanos somos animales
sociales; vivimos en sociedades, grupos o culturas; organizaciones de forma
natural nuestra vida en relación con los otros seres humanos y estamos
influidos por nuestra historia social, nuestra institución y actividades,
replica el mismo autor arriba citado (Ibid.: 5).
Por
medio de la interacción social, se crea el aprendizaje en grupos sociales
colectivos, normas sociales, valores, estereotipas, creencias, costumbres y así
sucesivamente, todos los cuales son luego internalizados por los individuos,
creando estructuras y fuerzas socio psicológicas en la cognición.
2.2.5.4.
Teoría psico-neurología forense
Experiencias muy simples,
como el interés hacia un estímulo nuevo, permite dividir la conducta social
humana y su relación genética al demostrar que el 60% de humanos hereda
este interés hacia lo novedoso. Igualmente,
las larvas de las moscas sembradas en una caja de petri con E. Coli, en su
crecimiento, 50% crecen en forma aislada y solitaria mientras que la otra mitad
forma conglomerados y crece en grupos sociables.
El cerebro humano ha
evolucionado en la capacidad de experimentar estados emocionales y percibir
sensaciones. Sus emociones: placer, euforia, pena, depresión, miedo, ansiedad, rabia, agresividad,
hostilidad, despiertan respuestas autonómicas y endocrinas que ponen sobre alerta a la corteza cerebral.
Finalmente, si estas emociones llegan a ser conscientes, percibirnos una
sensación que gobierna una respuesta
y es incorporada a nuestra memoria. El nivel anatómico cerebral que llega la emoción es a estructuras mediales sub-corticales para una respuesta periférica, autonómica, endocrina, músculo esquelética a través de centros en amígdala,
hipotálamo, ganglios básales y tronco cerebral. En la percepción consciente Interviene la corteza cerebral, sobretodo frontal
y el cíngulo. Así, el estímulo periférico que
despierta la emoción: taquicardia, rubor,
sudoración, temblor, alerta la
activación de las estructuras del
neo-cortex.
La integración de este estado emocional periférico a un estado consiente-central ha desatado
diversas polémicas y diferentes teorías. Para lames y Lang el hipotálamo y tálamo son importantes en la mediación de la emoción por su
papel en la regulación de los
signos periféricos de la emoción. Para Damasio, "la expresión de emoción es ¡a historia que construye el
cerebro para explicar los efectos periféricos que induce esta experiencia". Como la respuesta
autonómica no es uniforme, diferentes
emociones provocan diferentes patrones de respuesta autonómica. Finalmente, Arnold, añade el significado del "inconsciente del
estímulo" que hace una evaluación inconsciente, apoyada por la memoria, antes
de que el cerebro proceda a la respuesta de la información periférica. Nuestro miedo a circunstancias que no sabemos explicar,
probablemente está en relación a que la memoria emocional tenga otros
circuitos de activación
diferentes a los de nuestra memoria semántica, de objetos, cara etc.
2.2.5.5.
La anatomía de las emociones
b.- Amígdala: Interviene en la expresión somática de la emoción. Le da
la expresión a nuestra cara y cuerpo
permitiendo expresar miedo, rabia o sorpresa. De esta manera, prepara al
individuo ante la posible amenaza del estímulo, y prepara la respuesta de huir o enfrentar, Su mediación es tanto en el estado emocional consciente o
inconsciente por lo que su activación precede
a la respuesta ante el estímulo.
c.- Corteza frontal, cíngulo, hipocampo: Converge el órgano efector: atacar o huír. Guarda la memoria emocional que condiciona la
respuesta futura del sujeto y que tiene importancia fundamental en psico-patólogía. Así, receptores beta-adrenérgicos intervienen en esta memoria emocional
mientras que bloqueadores beta-adrenérgicos
interfieren el almacenar esta experiencia.
Las estructuras anatómicas de la emoción, son compartidas por actividades mucho más elementales como apetito y alimentación, gusto o satisfacción sexual.
La sabiduría del proceso evolutivo
aproximó estos circuitos neuronales, para facilitar
al ser vivo el aprendizaje que permitiera su defensa y protección de la especie. Gusto, disgusto y saciedad;
agrado o desagrado; recompensa o castigo, fueron pilares del aprendizaje. La última etapa fue la especialización del neo-corte para priorizar la información proveniente de los circuitos neuronales y su
información periférica
2.2.5.6.
De la emoción a la violencia
2.2.5.7.
Los responsables del comportamiento violento
a.- El componente genético. El genoma humano fue esperado con enorme expectativa para buscar en él entre otras cosas, el asiento del
comportamiento humano en salud y enfermedad. No será tan fácil... El producto del gen,
sus proteínas, su estructura e
interacciones, tomará muchos años en ser descifradas.
Estudios epidemiológicos, estudios de gemelos, comportamiento y
conducta entre hijos biológicos e
hijos adoptivos apuntan a la importancia de la herencia en la conducta humana. Últimamente se incorporan los primeros pasos en
el conocimiento molecular, donde la neuro-transmisión tiene verdadero interés. Se
busca identificar genes que controlen la formación de neurotransmisores y receptores, en relación con la conducta humana.
El primero de ellos, la
SEROTONINA, ejerce un control inhibitorio sobre la agresión impulsiva. Su enzima catalizadora,
HIDROXILASA DEL TRIPTOFANO, es un producto del gen ubicado en el brazo corto
del cromosoma 11. Se han identificado dos polimorfismos de este gen asociados a
comportamiento impulsivo y violento. En estos individuos, el Ácido 5 Hidroxi indol acético (5HIAA/, metabolito de la Serotonina está reducido en el líquido céfalo-raquídeo Este resultado se explica como una
disminución de la actividad serotoninérgica central, sea en su producción o actividad de receptores. La reducción de 5HIAA se encontró en personas con intento de suicidio con actos violentos y en personas
con desórdenes de personalidad que
demuestran conducta agresiva durante toda su vida.
La teoría serotoninérgica ha sido reforzada en los últimos anos al demostrar que el alcohol, asociado en un 34% a conducta
extremadamente violenta en Estados Unidos, está ligado a reducir el nivel de 5HIAA en LCR. Esto se demuestra en alcohólicos tipo 2, con inicio a temprana edad,
antecedente de alcoholismo en su padre y desorden antisocial en su
personalidad. Hay estudios contradictorios en cambio, como la no reducción de 5HIAA en LCR en esquizofrénicos violentos, que aguarda algún otro tipo de explicación
La asociación con el sistema noradrenérgico ha seguido un camino similar. Dos enzimas
bajo control genético gobiernan el
metabolismo de la N.A. Reducción de la
MAO se encuentra en plaquetas de individuos violentos detenidos por agresión. También ha sido reportado en varones con retardo mental y conducta violenta.
En el campo experimental, el ratón
"kock-out", genéticamente
determinado para carecer de la enzima MAO, tiene severo comportamiento
agresivo.
La otra enzima del
metabolismo nor-adrenérgico, la
COMT tiene cuatro iso-formas. El polimorfismo de esta enzima se asocia a
conducta agresiva en esquizofrenia y esquinzo-afectivos.
El argumento más fuerte que durante mucho tiempo basó la relación entre genética y conducta
violenta, fue el estudio de
una familia holandesa en que ocho miembros de tres generaciones
presentan comportamiento violento y criminalidad extrema.
Debemos recordar, que si
bien el polimorfismo es genéticamente
transmitido, la expresión del gen
depende de otras interacciones genéticas y
relación con medio ambiente. Así, los niveles de 5HIAA en LCR en monos son diferentes de acuerdo a que estos primates sean
criados por su madre o por una extraña.
La influencia genética va más allá de la neurotransmisión. El autor, Grant Steen, al hablar de
"naturaleza y destino", demuestra que niños adoptados cuyos padres biológicos tenían elevado IQ, tienen un
promedio de 16 puntos por encima de la familia adoptiva. Hijos de alcohólicos, dados en adopción temprana, a padres sobrios, tienen ocho veces
más riesgo de transformación alcohólica. Padres biológicos con
conducta criminal transmiten, con un riesgo cuatro veces mayor, esta conducta
patológica, comparada con la de su hermano adoptivo
sin antecedentes.
Estudios gemelares
demuestran una alta frecuencia para heredar la conducta homosexual: 52% de de gemelos
idénticos heredan la homosexualidad de su padre
comparado con solo 22% de los gemelos no idénticos y 11% de hermanos adoptados por hogares homosexuales.
b.- La patología
cerebral focal. Desde
1835 se reportó casos de personalidad
anti-social luego de lesión del lóbulo frontal. Estudios recientes demuestran que
vivir con lesión frontal adquirida antes de
los ocho años de edad, es factor de riesgo para adolescencia con conducta
impulsiva, agresiva y anti-social. Veteranos de guerra de Vietnam y conducta
criminal posterior, secundaria a herida de guerra, 14% tienen lesión frontal vs 4% de los controles.
Las pruebas neuro-psicológicas de criminales violentos señalan patología frontal en 57% de ellos. Los mayores errares fueron en conducta
ejecutiva e impulsividad que valora regiones orbito -frontal y ventro
medio-frontal.
Estudios de EEG y Potencial
Evocado, evento dependiente de anti-sociales presentan anomalías de regiones anteriores del cerebro. Los
exámenes clínicos de estos individuos reportan por lo menos un signo anormal
frontal en 65% de casos. Las alucinaciones más violentas en diferentes patologías cerebrales presentan asociación con espigas de origen anterior.
Estudios de Resonancia Magnética en criminales violentos con psicopatía evidencian reducción del volumen del manto cortical pre-frontal. Estudios funcionales de
PET y SPECT de agresivos afectivos y asesinos predatorios dan reducción de la tasa metabólica frontal bilateral
c- Biología y
personalidad anti-social La
conducta del individuo es el resultado del equilibrio de su factor biológico, su factor social y factor emocional.
El factor social y el medio
familiar son el primer elemento en la desviación patológica de estos individuos
durante los primeros años de vida. Este factor declina con los anos, y el
sujeto pasa a ser dominado por el factor emocional con un comportamiento
anti-social violento junto a la incapacidad de reprimir su impulsividad e
indiferencia ante el acto cometido, con ausencia de sentimiento de culpa, las
estructuras mediales del cerebro gobiernan la respuesta emocional primaria de
afecto, enfrentar o huir. Las estructuras laterales corticales, el neo-córtex, desarrollo circuitos que permitan al hombre vivir en sociedad, permitiendo
frenar, recapacitar su respuesta y medir los riesgos y beneficios
Individuos con daño de la corteza orbito-frontal tiene dificultad
de procesar expresiones de ira, identificar estas expresiones en otras personas
y no pueden crear frenos de violencia ante estímulos de diferente orden.
El psicópata, en cambio, se altera su capacidad de
socializar. Este aprendizaje de normas y reglas que impone su sociedad y
castiga a quien las ignora. La característica de estos sujetos es la pérdida del miedo. No identifican el miedo de otros individuos y fallan
en test que valoran su control para no involucrar en actividades de alto
riesgo.
El psicópata pierde el control de circuitos frontal-amígdala-cíngulo que deben dar un contenido emocional a lo
aprendido. El resultado, no puede inhibir su violencia y no experimenta aversión por el sufrimiento de su víctima.
[1] Carvajal,
H., Rocabado O., Núñez de Arco J., El
médico forense en la escena de los hechos, Identidad Jurídica, Rev. Del
Ministerio Público de Bolivia, nov. 2005: 1 (1) p. 243-252.
[2] Máximo Maldonado López Temas de Psicología Jurídica Pág. 207.
[3] URRA, J. Y Vázquez, B. Manual de
psicología forense. .Confluencia entre psicología y derecho. Madrid:Siglo XXI.
1993. P.7.
[5] Rechazo de querella Caso JA
contra EO. Fiscal de Materia Cochabamba abril de 2010. Sobreseimiento caso NH
contra RA. Fiscal de Materia Cochabamba. Septiembre 2010.
[6] Naciones Unidas, Corte Penal Internacional, Las Reglas de
Procedimiento y Prueba, U.N. Doc. PCNICC/2000/1/Add.1 (2000), regla 70.
[7] Los valores humanos, concepto definición y descripción de los valores
humanos, Marcel Proust Pag.2
[8] Convertir Deseos en Proyectos. 100 ideas para educar desde los valores y
en la diversidad Siciliani, Noberto, pág. 47
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